Nahiko, ese es mi nombre y así firmo mi obra, salvo cuando está realizada por encargo, en cuyo caso lo hago como “byNahiko´´, generalmente retratos. Mi producción artística es pictórica principalmente y realista además, ejecutada a partir de instantáneas generalmente, aunque ocasionalmente también lo haga del natural.

Ante todo, La Pintura es para mí algo vital; gozo y sufrimiento. Es el vehículo que me permite apropiarme del mundo en el que existimos para tratar de comprenderlo, fundamentalmente; es lo que me sirve para “sentirme vivo” al fin y al cabo.

Mi acercamiento al hecho de la existencia humana es a través de su propia representación; mis obras tratan sobre ello desde lo cotidiano a través de los rastros que vamos dejando, acerca de lo humano y de la escala humana, desde la tradición de un medio de expresión tan antiguo como la humanidad misma: la pintura, un medio que ofrece infinidad de posibilidades plásticas y que no es más que un juego mental que puede llegar a producir tanto las más elevadas reflexiones como el mayor de los deleites. También es capaz de lo opuesto, sí; también.

Dicho esto, se comprenderá que una buena manera de captar y capturar una determinada realidad humana hoy día con el fin de ser plasmada sobre un cuadro sea a través de la instantánea, y vista la cantidad de ellas que almacenamos cada uno de nosotros, el material existente para indagar acerca de las distintas realidades que nos rodean es enorme. De paso, se comprenderá también que sea elemento casi imprescindible para que un servidor pueda desarrollar su obra; o cualquier otro soporte en que la imagen esté presente, como una imagen pausada de una reproducción de vídeo, imágenes de prensa, internet…. Y si a ello se le añade la narratividad que se obtiene mediante la utilización de consecuciones y combinaciones de imágenes, las posibilidades que se nos brindan serán aún mayores. De ahí que sean recurrentes en mí las composiciones a base de distintas imágenes, independientemente del número de soportes utilizados, para añadir a la obra esa dimensión extra que es la temporal, y que toda narración debe poseer, obteniendo así otro recurso más a mi disposición.

Pero pintar es también el intento de dominar las posibilidades que ofrece cada técnica pictórica. En mi caso, además de los recursos temáticos y compositivos ya mencionados, la técnica con la que mejor me desenvuelvo es el óleo, tanto de manera directa unas veces como indirecta en otras mediante el frotado, el lijado, o la más recurrente de todas ellas, las veladuras de color, siendo éste, el color, el elemento más determinante en mi constante intento de representar la luz existente en cada ambiente que trato de representar, más aún que el propio dibujo, base de todo intento de representación de la realidad.

Bueno, a ratos uno deja la pintura a un lado para dedicarse a otros menesteres. En mi caso suele ser para visitar a esos viejos amigos que son El Dibujo y El Diseño Gráfico en algún taller de grabado, propio o ajeno, y así poder acompañar la obra pictórica con algo de obra gráfica que, emulando viejas tradiciones, también me sirven como vehículo para mejor difusión de mi pintura a través de la estampa, sirviéndome tanto de las añejas técnicas calcográficas como de las más modernas fotolitográficas mediante la edición digital.